Fondo de comercio: Clave para la valoración de una empresa

Una empresa no vale tan sólo lo que refleja la diferencia entre sus activos y sus pasivos, sino que su valor real viene condicionado también por una serie de valores intangibles – que después enumeraremos- que hacen que su valor sea superior – o en ocasiones inferior- al reflejado en los libros contables. Así, por ejemplo, si una empresa tiene unos activos por valor de 1.300 y unos pasivos 600, es decir un patrimonio neto de 700 y se vende por 1.000, diremos que el Fondo de Comercio sería 300.

Estos activos intangibles serían: Prestigio, valor de la propia marca, clientela, capacidad de generar beneficios, nivel de competencia, capital humano, etc… Otro concepto que puede desvirtuar el valor contable, con relación al valor de mercado, es la diferencia en la contabilización de sus adquisiciones, por ejemplo, la compra de activos inmobiliarios, que reflejan el valor de adquisición que se hizo en su día y que no coincide con el valor de mercado actual.

Este valor del Fondo de Comercio puede calcularse por diferentes formas: A través del promedio de beneficios de un número determinado de años, las ganancias excedentarias o la propia capitalización de éstas. En definitiva, se trataría de estimar la capacidad de generación de beneficios que tiene la empresa para determinar en cuanto tiempo podremos amortizar la operación.

Fondo de Comercio alias «Goodwill»

Cuando este Fondo de Comercio genera flujos positivos lo denominaremos ‘Goodwill’, pero puede ser que el valor liquidado al adquirir una empresa sea inferior al patrimonio neto contable, en este caso diremos que se trata de un ‘Badwill’, es decir, flujos negativos. Querrá decir que los conceptos enumerados dentro de los activos intangibles restan al valor reflejado en los libros contables.

La cuenta 204 del Plan General Contable define el Fondo de Comercio como el exceso de adquisición del valor de los activos adquiridos menos los pasivos asumidos. Por tanto, el Fondo de Comercio solo se reconocerá cuando haya sido adquirido a título oneroso. Así, en el ejemplo anterior, dicho valor sería 300 y se reflejaría en dicha cuenta al tratarse de una adquisición onerosa.

El Fondo de Comercio, a partir de las modificaciones introducidas en la Ley 22/2015 de auditoría de cuentas, puede amortizarse en diez años, salvo prueba en contrario. Sin embargo, fiscalmente puede amortizarse un 5% anual, por ello, se producirán diferencias temporarias al reflejar un gasto contable distinto del gasto fiscal.

El concepto de Fondo de Comercio suele aparecer cuando una compañía quiere saber su valor real para la toma de decisiones de futuro, para la posible entrada de nuevos socios, para negociar una posible venta o responder a una oferta de compra.

Como hemos dicho antes, existen diferentes métodos de cálculo, pero debería ser un análisis que periódicamente se plantee una empresa ya que a partir de dicha información podrá tomar las decisiones que faciliten su futuro.

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Sobre el autor:

Miquel Valls

Asesor Financiero

Miquel Valls – Asesores Fiscales y Financieros