¿Porqué la liquidez y flujo de caja son tan importantes en una empresa?

Liquidez y flujo de caja: dos aspectos relacionados en las PYMES

Para entender el concepto de flujo de caja “cash flow” es importante ver la diferencia con la cuenta de pérdidas y ganancias. El primero hace referencia a las entradas y salidas de efectivo y el segundo a la diferencia entre lo facturado y lo gastado.

El Flujo de caja

Existen diferentes métodos para calcular los flujos de caja, pero en este artículo pretendemos explicar los aspectos más importantes de este concepto para entender en que consiste, que factores intervienen, como hay que controlarlo, etc.… es decir, no perdernos en tecnicismos y ver de una manera muy práctica como puedo gestionarlo. 

Imaginemos una empresa que durante un ejercicio ha facturado por la venta de sus bienes o servicios por valor de 100.000 euros y tiene unos gastos por valor de 90.000 euros, por tanto, un beneficio de 10.000 euros. Dentro de los 90 mil euros de gastos se incluyen 5.000 euros de amortizaciones. Como este último concepto es un gasto contable pero no financiero – es decir no implica un desembolso económico, la empresa debería tener un flujo de caja de 15.000 euros. Esto sería así siempre y cuando hubiéramos recibido el ingreso de todo lo facturado y hubiéramos pagado todo lo gastado. Esta circunstancia va a ser prácticamente imposible que se produzca ya que implicaría que coincide la fecha de emisión y recepción de la factura con la fecha de cobro o pago. Normalmente las facturas se liquidan a 15,30,45…. días vista con lo que es posible que nuestra cuenta de explotación recoja un beneficio que aún no se ha traducido en un ingreso en nuestra tesorería o un gasto que aún no se ha liquidado. 

Gestionar adecuadamente cobros antes de planificar pagos

Cuando una empresa paga a sus proveedores – de promedio- antes de que cobre de sus clientes, tendrá una situación de tesorería más tensa que si fuera a la inversa. En este caso, necesitará «financiarse», es decir, que alguna Entidad le anticipe el cobro de las facturas emitidas a sus clientes a cambio de un coste financiero. Esto puede hacerse vía descuento de pagarés, recibos, facturas, etc.… dependiendo de la forma de cobro que hayamos negociado con nuestros clientes. Por ello, es muy importante que antes de cerrar una operación de venta, hayamos concretado la forma de cobro – plazos, garantías, etc.…- para ver si podemos asumir el riesgo de cobrarla a un determinado vencimiento y asegurarnos que – caso de necesitarlo- tenemos una vía de financiación asegurada. 

Imaginemos una operación de venta con unos márgenes y cuantías excelentes pero que la forma de cobro es a 90 días mediante transferencia bancaria. Imaginemos que esta mercancía vamos a importarla de un tercer país y que nuestro proveedor, por ejemplo chino, nos exige el pago previo a la importación mediante transferencia. Añadamos, además, los plazos de tiempo que necesitamos para importar dicha mercancía, por ejemplo vía marítima. Bien, si contabilizamos en el mismo momento tanto la factura de venta como la de compra, nuestra cuenta de explotación reflejará un beneficio importante, en cambio nuestra tesorería podrá resentirse si, previamente, no hemos previsto las vías de financiación. 

Esta circunstancia trasladada a un cierre de ejercicio, nos puede reflejar una situación en la que, por ejemplo, una empresa haya tenido un beneficio muy importante y sin embargo su situación de tesorería sea complicada. La pregunta que se haría esta empresa es donde está el beneficio que refleja mi cuenta de explotación? La respuesta será en mi cuenta de clientes a cobrar. 

El cash flow es tan o mas importante que la facturación 

Muchas empresas prestan toda la atención en sus cifras de facturación y se olvidan de los flujos de caja que es tanto o más importante. En otro artículo hablaremos de las garantías de cobro de cualquier operación de venta, que también es un tema especialmente trascendente, pero por lo que afecta al cash flow, queremos insistir en el control que debemos tener de nuestra tesorería, por encima incluso de nuestra facturación. Es muy importante facturar pero aún lo es más tener la capacidad financiera para atender nuestras obligaciones de pago.

 Otro factor que deberemos controlar también son las posibles inversiones. Siguiendo con el ejemplo anterior, esta empresa que ha generado un beneficio anual de 10 mil euros, puede precisar, por ejemplo, hacer una inversión para adecuar su maquinaria de 20 mil euros. Caso de no disponer de recursos propios, habrá que acudir a algún tipo de financiación. Al controlar los flujos de caja, habrá que tener en cuenta los plazos y costes financieros de dicha inversión, para adecuarlos a la propia capacidad de la empresa. 


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Tesorería positiva gracias a la gestión de cobros

Como vemos, estamos describiendo conceptos «relacionados» con el flujo de caja como son el de financiación, garantías, etc… pero que tienen relación en tanto en cuanto afectan al propio control de tesorería de la empresa. Una vez sabemos que nuestro negocio genera unos márgenes netos positivos, es decir, beneficio en mi cuenta de explotación, necesito controlar que los flujos netos de tesorería son también positivos. Como hemos explicado antes, esto implica que cobro antes que pago y/o que tengo capacidad o medios de financiación para canalizar mis inversiones. Por tanto, la forma de controlar estos flujos de caja es a través del control de tesorería. Este control debe hacerse con una previsión muy ajustada a 30/60 días y aproximada a medio plazo. Es decir, necesito saber mis previsiones de cobros y pagos a corto plazo de manera muy precisa y, en función de las previsiones y estimaciones futuras, tomar las decisiones adecuadas. Por ejemplo, si preveo que mis previsiones de cobro se van a alargar y no voy a poder atener mis compromisos de pago, necesitaré buscar fórmulas de financiación o acuerdos de dilación de mis pagos. Las soluciones previsiblemente necesitarán tiempo de gestión, por tanto, va a ser muy importante gestionarlo con tiempo suficiente. Aquí tenemos, por tanto, otro ejemplo de lo extremadamente importante que acaba siendo el control de tesorería derivado de los flujos de caja incluso con mayor medida que el propio seguimiento de la cuenta de explotación. Si las ventas tienen un ritmo de crecimiento débil tendré que analizarlo con mi departamento de ventas para corregirlo y potenciarlo, pero si he adquirido compromisos de pago que no voy a poder cumplir, va a incidirme directamente en la estabilidad y solvencia de mi empresa. Pensemos que cualquier incumplimiento de pago que tenga efectos en terceros, tiene una trascendencia importantísima en la cualificación que de mi empresa vana a hacer los distintos operadores financieros.

Utiliza herramientas para gestionar tu caja

En definitiva, aconsejamos que las empresas presten especial atención al control de los flujos de caja a través de las herramientas habilitadas para ello pero, sobre todo, a través de los controles financieros de sus responsables. Existen en el mercado programas específicos pero en este artículo hemos querido explicar los conceptos que sustentan dichos controles. El software nos va a solucionar el «como» hacerlo pero necesitamos conocer «que» pretendemos hacer y «que» necesitamos saber para poderlo aplicar.

En pequeñas y medianas empresas, estos controles se pueden externalizar para que los recursos de la propia empresa se apliquen a los controles habituales en cuanto a facturación, cobros, pagos, etc… y tener el criterio y análisis profesional concreto que nos permita la toma de decisiones con la mayor efectividad posible.


Sobre el autor:

Miquel Valls – Asesores Fiscales y FinancieroMiquel Valls

Especialista en Finanzas

Miquel Valls – Asesores Fiscales y Financiero